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Críticos de Arte





Adrian-Silvan Ionescu:

Un técnico robusto que está dispuesto y deseoso de conocer y dominar tantas técnicas como sea posible, Radeanu le ofrece al público una sorpresa cada vez que exhibe – hace varios años su obra consistía de manchas de óleo grandes y compactas, sugerentes de los planes y ejes constructivos de un paisaje; el año pasado, sin abandonar el óleo, lo diluyó para lograr una transparencia de acuarela y situó las pinceladas con una velocidad asombrosa que evidenciaban el estímulo del tema a tratar; esta vez escogió la difícil acuarela para expresar sus sentimientos causados por asombrosos paisajes. Es una técnica que es difícil de dominar a menos que uno posea gran experiencia y confianza en las varias técnicas de expresión, pero la acuarela puede crear inesperada satisfacción estética cuando es empleada por un experto. Los artistas de la acuarela han sido poco comunes y es por eso que uno debe mencionar los nombres de unos cuantos ilustres antepasados como Maurice Quentin de La Tour, Elisabeth-Louise VigeeLeBrun, Mary Cassat, Edgar Degas y, en Rumania, Stefan Luchian.

Radeanu ha asimilado sus lecciones y formado su propio estilo que es vigoroso y lírico al mismo tiempo. Sus paisajes dominan las vibraciones de los alrededores, transmiten el movimiento de la materia y muestran la urgencia de observación e intranquila contemplación. El artista ama todas las estaciones por igual y tiene la capacidad de situarlas en completa exhibición al tiempo que nos guía en una marcha emocional a lo largo de las riberas de los ríos Siret, Sena, Ródano y las orillas del Mar Negro. El pintor extrae la esencia del paisaje geográfico y espiritual en los bien conocidos monumentos que otros pintores famosos han mostrado antes que él, en las anónimas casas campesinas que traicionan la personalidad de sus habitantes.

Los palacios de Venecia y sus lujosos reflejos en las aguas han conformado el enfoque de su maestría artística; para George Radeanu, sugerir la fluidez, el movimiento de las aguas, las pasajeras pero eternas nubes en sus paisajes es un éxito admirable que es creado con sensibilidad y refinamiento.